PORTADAS DE PUBLICACIONES AÑOS 70
SOLO EL PASADO ES CIERTO
Una fotografía es la prueba evidente de que algo ocurrió realmente y esto la convierte en un arte único,
Tebeos y Cómics
Las revistas y cómics de humor rebosantes de originalidad y fantasía, encabezados por publicaciones como TBO, JAIMITO Y PULGARCITO, se convierten en una gran distracción para los niños en los momentos difíciles que se vivían en España en los años sesenta y setenta, que todavía arrastraban, desde que finalizó la Guerra Civil en el 1939, las consecuencias de una larga y vergonzosa postguerra donde existían carencias de todo tipo: materias primas, hambre ,miseria, pérdida de libertades, una feroz represión y censura militar y una deficiente educación publica.
Los tebeos son el reflejo de la sociedad de su época.
Desde el inicio del siglo XX y prácticamente hasta pasada la Guerra Civil, las niñas españolas debieron conformarse con leer los tebeos de humor dirigidos a todos los públicos.
A partir de los años 50 tuvo lugar un boom del tebeo femenino, cuando nuevas revistas empezaron a presentar historietas sentimentales más contemporáneas, vinculadas con los éxitos musicales.
Roberto Alcazar y Pedrin, detective que resolvía cualquier caso por difícil que fuera con la ayuda de su inseparable ayudante, el joven Pedrín.
Jerónimo era un comic español de los años sesenta que relataba la historia del admirado y gran jefe de los apaches Chiricauas
El gran dibujante y guionista Boixcar nos ofreció una obra maestra de los sucesos acaecidos en la segunda Guerra Mundial.
Todavía ahora cuando contemplo las sugestivas portadas de algunos cómics que releería una y otra vez en mi niñez, me viene a la memoria las fantásticas aventuras de sus intrépidos personajes como “Roberto Alcazar y Pedrín” “Jerónimo”,“Rin-tin-tin”,”Hazañas del Oeste”, “El Hombre Enmascarado” o el “Llanero Solitario”, por citar algunos.
Para muchos que desconozcan la historia inmediata les puede resultar absurdo, pero los tebeos y los comics, reflejo de la sociedad española de la época, aportaron algo en mi desnutrida educación que jamás hubiese podido soñar encontrar en los libros de historia y religión que nos hacían leer en la escuela pública.
Allá por los años sesenta el único entretenimiento que podía tener un niño, que no soportaba el fútbol ni los toros, eran los tebeos y los cómics.
En el año 1960 solo el nueve por ciento de los hogares españoles tenían televisión; pasando a ser del ochenta y siete por ciento en el 1970. Los programas de entretenimiento más televisados de la floreciente televisión estatal eran las retrasmisiones de fútbol y toros.
¡QUE AGONIA DIOS MIO! tuvimos que soportar los niños que nunca en nuestra vida hemos visto una corrida de toros ni un partido de futbol.